El día 20 de junio, tuvo lugar una jornada-taller sobre robótica y rehabilitación de la mano en daño cerebral. Estaba organizado por la Red Menni de Daño Cerebral (soy muy fan) y Tyromotion, que venía a vendernos presentarnos uno de sus robots, el Amadeo.
Juan Ignacio Marín, Médico Rehabilitador de la Red Menni, nos estuvo sacando estudios sobre daño cerebral adquirido y la recuperación de la mano. Destacaba que sólo el 10% de los afectados por un ACV recupera la funcionalidad del miembro superior. A pesar de ello, gran parte de los demás consiguen cierto dominio en las AVDs (alabemos a los TOs). Resulta curioso que, prácticamente, los afectados por un ACV se dividan entre los que no consiguen nada de movilidad y/o función y los que la consiguen casi completamente, pero, sin embargo, apenas haya afectados que consigan algo. Es decir, o todo o nada. Por lo tanto, nuestro reto será conseguir al menos algo de movilidad/funcionalidad. Visto todo esto, no es de extrañar que tan sólo el 4% esté satisfecho con la recuperación del miembro superior.
Parece ser que si realizamos estimulación sensorial durante, al menos, una hora, favoreceremos la acción terapéutica posterior, ya que producimos una estimulación neuronal. No es que parezca ser, es que lo es, ya que hay experiencia y evidencia al respecto. Esto nos lleva a decir que la sensibilidad es la puerta de la excitabilidad. Todos sabemos lo ideal que sería tener tantísimo tiempo para tratar a nuestros pacientes, pero no es el caso. Aunque siempre podemos pedirles que durante la hora de antes de acudir a rehabilitación estimulen sensorialmente la mano. Juan Ignacio me comentaba en la pausa que ellos usan TENS en la zona del nervio mediano, pero sin llegar al umbral motor.
El cerebro en particular y la naturaleza en general, tienden a economizar.: si algo no se usa, tiende a olvidarse. Esto es lo que nos pasa con la mano. Es otra de las razones por las que nos cuesta tanto recuperarla. Esto, sumado a que el tiempo de las sesiones de rehabilitación es escaso y limitado y tenemos que centrarnos en muchas cosas y no sólo específicamente en la mano. Además, al no haber una focalización en el tratamiento de la mano, suele producirse mayor frustración al no ver los avances tan rápidos como se desearía por parte del afectado. En un mundo ideal podríamos tener sesiones en las que se trabaje específicamente el miembro superior y otras en las que trabajemos el resto del cuerpo.
Juan Ignacio también nos presentó varios tipos y modelos de robots entre los que encontrábamos exoesqueletos y "end effector". Unos movían sólo un brazo y otros los dos (buscando la similitud con la mirror therapy), unos movían hombro, otros codo, etc. No voy a entrar a valoraros mucho más esto, rezad a San Google y él os guiará para encontrarlos.
Después de la charla introductoria, le tocó el turno a los trabajadores de la unidad de daño cerebral del hospital contarnos su experiencia con Amadeo. Nos dijeron que por cuestiones principalmente organizativas habían decidido que este robot lo usarían los Terapeutas Ocupacionales.
Destacaron la adherencia al tratamiento, y la alta capacidad y tiempo de concentración, sobre todo de los niños; sin olvidar la motivación, algo que considero muy importante. Sin embargo, este robot en concreto no permite el movimiento de ABD-ADD de los dedos ni la flexoextensión ni oposición del pulgar. Esto último, para mí, de lo más importante que nos interesaría trabajar en la mano. Todo esto al margen de otros inconvenientes por el tamaño del aparato.
Amadeo permite el movimiento pasivo, asistido, activo y resistido. Todo ello acompañado con juegos que nos harán trabajar la dimensión espacial (muy importante en negligencias espaciales) y el aspecto cognitivo, ya que están especialmente diseñados para cuando existe tal deterioro.
Otra de las ventajas que destacan es que permite el trabajo del movimiento con feedback y feedfordward, algo de lo que nos hablaba hace no mucho @FisioAso en su blog.
En la modalidad de movimiento pasivo trabajan con ojos cerrados y ojos abiertos, en función de si quieren trabajar la propiocepción o la regulación del tono. Sin embargo, en la modalidad de movimiento activo buscan trabajar el control motor y la adquisición de destrezas.
Destacaron que la movilización pasiva repetitiva junto al biofeedback producía una mejora en los pacientes. A mí esto personalmente me hizo pensar. Estamos acostumbrados a hablar de movimiento, movimiento normal (a mí me gusta hablar de movimiento normalizado), movimiento funcional, objetivo en el movimiento, en definitiva, movimiento activo (aunque sea asistido) y con un objetivo. Hablamos de que el movimiento pasivo repetitivo no nos sirve. Pero, ¿no nos sirve para qué? Se supone que el movimiento pasivo no integra ni el movimiento ni el miembro en el esquema corporal ¿o sí? Yo ya me estoy haciendo el lío. Entiendo que el movimiento pasivo nos ayude a integrar en el esquema corporal por medio de la propiocepción (nos lo enseñaba ya Perfetti), pero no el movimiento. Por supuesto que primero tendremos que saber dónde está nuestra mano para después poder moverla. Ya no sé si hemos dejado de movilizar pasivamente porque no nos valía para nada, o si lo hemos dejado de hacer en beneficio de aprovechar el tiempo de las sesiones para trabajar otras cosas. ¿Entonces tenemos que volver al movimiento pasivo repetitivo?
Éste es un vídeo que grabó @Fisiobell mientras yo, la más privilegiada, probaba el robot. Por cierto, mola un montón.
Aquí encontraréis un álbum con fotos sobre el juguetito de @Dc_menni
Siento hablar de referencias y no ponéroslas, pero no pude copiarlas.
Te dejo un enlace a mi blog con una entrada sobre tecnología de la empresa Tyrmotion sobre la que escribes.
ResponderEliminarhttp://rehabilitacionymedicinafisica.blogspot.com.es/2010/11/tyromotion-robots-y-otras-tecnologias.html