Hola queridas amigas, queridos amigos y queridas familias.
Después de unas merecidas vacaciones y un cambio de trabajo y de ciudad, vuelvo
a la, no tan vieja, costumbre de escribir en este blog.
Como decía he cambiado de trabajo. Antes estaba en una asociación
en la que todos los usuarios padecían alguna patología neurológica
congénita y ahora estoy en un centro de
daño cerebral donde prácticamente todos los pacientes tienen Daño Cerebral
Adquirido (DCA). Es decir, antes trabajaba sobre todo con niños y adolescentes
y ahora trabajo sobre todo con gente de mediana edad en adelante.
El trabajo es diferente. Y, al parecer, los objetivos
también. Me explico: creo que todos tenemos claro que lo primordial es
conseguir el mayor grado de autonomía posible, tanto en los desplazamientos,
como en las AVD. Sin embargo, las prioridades en los grados de autonomía parece
que sean diferentes en pediatría y en DCA. En pediatría el objetivo es alcanzar
el mayor desarrollo psicomotor posible, con la autonomía que conlleve cada
grado. En muchos casos, la deambulación es algo que ni siquiera se plantea y
nos centramos más en trabajar otras formas de desplazarse y una adaptación a
las AVD. Sin embargo, cuando trabajamos con adultos con DCA, esto, al menos
desde el área de fisioterapia, parece que cambia y se prioriza la deambulación,
aunque sólo sea en la sala y con ayuda durante unos metros, frente a otro tipo
de hitos motores o la funcionalidad del miembro superior pléjico (en
hemiplejias, que es lo más frecuente).
No sé si esto lo habéis visto en más
sitios o sólo lo he comprobado yo. Ya no sé si es algo que asumimos los
profesionales pensando que será mejor trabajar la deambulación ya que “con ese
brazo poco se puede hacer y el poco tiempo que tengo prefiero aprovecharlo de
otra forma”, si es una exigencia de los pacientes, si es una exigencia de la
familia… Seguramente sea un poco todo, pero no sé en qué porcentaje cada uno de
los factores.
¿Vosotros también habéis observado y/o caído en esto?
PD: Mi nuevo trabajo me gusta mucho